
La poesía le llega a uno como el amor o la fiebre. Por no se sabe qué razones. A veces podemos leer a un poeta y todavía no nos llega. Y es que no estamos preparados para él. La poesía tiene una duración, un tiempo, un cuajar en nuestra alma que nada tienen que ver con nuestras decisiones.
H.O.
Estupenda reflexión. Diría más bien: exacta.
ResponderBorrarEs cierto lo que dices, me gusto tu blog, seguirè entrando a tu casita. Saludos cordiales.
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