domingo, 25 de noviembre de 2007

JUDIT GERENDAS / LA ROSA DE HUNGRIA



JUDIT GERENDAS KISS

Escritora venezolana, nacida en Budapest, dueña de una extensa y reconocida obra en el campo académico y ensayístico, desde hace algunos años apostó con pasión por la escritura literaria y la narrativa, pasión que ha sido recompensada por el PREMIO MUNICIPAL DE NARRATIVA 2007, otorgado a su primera novela “LA BALADA DEL BAJISTA”.



Sus profunda mirada de azul veneciano esconde bajo la serenidad de un mar en calma una comunión tumultuosa con la literatura, de la que dan fe sus premios como narradora: En 1996 ganó el prestigioso Premio Anual de Concurso de Cuentos del diario El Nacional, con el texto “LA ESCRITURA FEMENINA”, con la curiosa coincidencia de que también en ese mismo concurso se hace merecedora de la primera mención con su cuento “DE CÓMO YO NO LOGRABA ENCONTRAR UN ARGUMENTO”. En el 2000 fue publicado VOLANDO LIBREMENTE, su primer libro de relatos donde la ficción encara temas como la violencia, la vejez y la escritura misma, enfrentada con la vida y la muerte.


Narradora intensa y extensa, la agudeza e ironía que son parte de su estilo académico y que nos admira a quienes la conocemos de cerca, hacen de su narrativa un ejercicio de claridad, sutileza y limpieza de estilo, con la cual se cumple la frase de Flaubert que hablaba de la narración como la pulitura de un diamante, el cual brillará en todo su intensidad gracias al corte perfecto.


Judit Gerendas Kiss combina el juego lúdico con el lector y el dialogar con el proceso de la escritura, para abordar y asediar a quienes se acercan a la lectura de la narración, en un ejercicio verbal exigente y a la vez accesible, que provocan al lector, que lo incitan a seguir el juego y descubrir las pistas, hasta llegar al final de cada narración.


En su primer libro de relatos “VOLANDO LIBREMENTE”, ya se avisora su obsesión por el tema de la representación del mundo y de las cosas, su pasión por la ironía como medio expresivo, y su gran protagonista: Caracas y su violencia, que con el correr del tiempo derivó en la escritura de su primera novela, publicada a finales del 2006, por Monte Avila: “LA BALADA DEL BAJISTA”.


Con precisión de francotirador experto, en este libro de relatos, Gerendas va de la literatura a la realidad, utilizando a la literatura como punto de salvación frente al absurdo trepidante del mundo frenético del siglo XXI, haciendo del juego metaficcional un mundo de caleidoscopio donde se mezclan los planos espacio-temporales y los tiempos verbales del hablante, para darle una riqueza al texto que lo saca de la arquitectura clásica de la narración y lo envía en avalancha hacia múltiples lecturas y registros, que hacen de su forma de narrar un ejercicio personal y gran voz propia, voz pulsada por la pasión de la modernidad y que apuesta por el arte como una promesa de salvación.



UNA GRAN BALADA PARA CARACAS

La balada, fue la voz de los juglares de los siglos XIII al XV. Con su canto que reiteraba historias y se nutría a la vez de la visión de múltiples personajes, tomado de la antigua tradición de la Ilíada y la Odisea, la balada es el camino ficcional que escoge Judit Gerendas, para contar en cuatrocientas sesenta páginas de vibrante escritura, el misterioso asesinato de un joven músico, enmarcado en el espectáculo de la violenta ciudad de Caracas y con un escenario de fondo,el Teatro, que intenta “iluminar la oscuridad de lo real” , en palabras de la autora, a través del Arte concebido como la más alta expresión del ser humano.


El espectáculo de la ciudad de Caracas y el espectáculo con música de rock representado en el Teatro en la novela, sirven de base para la estructuración de una narrativa plena de erótismo, contenido polític, musical y estético, que hace giños al gran cine en blanco y negro de la Garbo y la Dietrich, a PARADISO de lezama Lima, a la poesía épica de Homero, a la impactante pintura de Alberto Durero, y a la cultura POP del Comic y el Heavy Rock.


Gerendas recrea en LA BALADA el coro de la tragedia griega, en su caráter de ritual colectivo, conformando una polifonía de voces, singular y extraña, que encanta al lector y lo lleva de la mano a redescubrir lugares de Caracas, con una mirada que explora la violencia de la ciudad, sin descalificar ni denigrar al significante, a la gran Babilonia en que se ha convertido la ciudad. De esta forma, la novela tiene ese carácter de voz múltiple que define muy bien los cuentos escritos anteriormente por la autora, haciendo de la puesta en escena de la novela el acontecer narrativo, y mostrando con gran musicalidad “el mundo del teatro en el teatro del mundo”.


Así, llegamos al gran segundo tema de LA BALADA, la Representación Teatral. Sus personajes logran culminar un espectáculo, crear una obra teatral y musical como esfuerzo de un colectivo. Camila, la actriz, la protagonista ( paradigma inspirado en Elba Escobar, Jeanne Moreau, Verónica Odó y otras actrices), va guiando la trama frente a un público en la obra-ficción que participa dinámicamente, pues todo es apariencia, representación, ficción dentro de la ficción, en la mejor tradición de la Modernidad. Luego el protagonismo de Camila cede paso (tal como sucede en la Ilíada, tomado como modelo de construcción por la autora), a las historias del colectivo, y luego a una gran eclosión final, que termina con la voz de Alberto Durán, el personaje que cierra la novela, al comprender que “en la calle la gente estaba realizando ahí su propio acto, su propia comedia, con sus enigmas y sus misterios”, tal como se cita en la novela, dando fin al juego de ficciones y roles que en ella se ha desarrollado, con la frase final “el juego podía comenzar de nuevo”.


Esa figura enigmática de Alberto Durán, es uno más de los juegos de espejo que Gerendas incorpora a la novela, pues es un “dolpenhagger” cortazariano de la figura que aparece en el “Autorretrato con flor de cardo”, del pintor Albrecht Dürer, cuya imagen, juego final de los editores, se encuentra también en la atractiva portada de la edición de Monte Ávila Editores .


Dentro de su esquema trágico, LA BALADA goza de un excelente tono lírico, ya que su prosa está escrita con una gran cadencia musical (ex profeso), y hay una intensa atmósfera cuasi poética, relacionada con el teatro del mundo. Superando todos los intertextos que la densa cultura de la autora incorpora, en ese vértigo de las artes que es la novela, modos de expresión como el Comic y el Rock, netamente herederos de los años noventa, se alzan como paisaje de la narración, formando un entretejido estilístico, que discurre por los espacios de una ciudad amor-odio, escrita por los ojos amorosos de una ciudadana de la ficción y de la realidad, como es Gerendas.


LA BALADA DEL BAJISTA, es una gran novela sobre Caracas. Quizás sea esa que esperábamos, que inaugure un nuevo ciclo de autores que reivindiquen los parajes de esta ciudad salvaje y querida, y que hasta ahora sólo habíamos visto reflejada en magníficos cuentos, o en balbuceantes novelas. La intensidad y profundidad de esta nueva, aunque ya conocida voz narrativa, la de Judit Gerendas Kiss, es sin duda un soplo de aire fresco en la historia de la novela nacional, y un goloso disfrutar de venideras narraciones…que comience el juego otra vez.

ESCRITORES GUERREROS

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TALLER DE POESÍA IMAGO MUNDI 2007 / LA GUERRERA Y LOS GUERREROS