martes, 26 de junio de 2007

EL MÍTICO CHELSEA HOTEL

Andy Warhol y William Burroughs, cenando en el invierno
de 1964 en el restaurante español El Quijote


El Quijote, Warhol y el Chelsea Hotel
por:Andy Robinson 26/06/2007 . Diario LA VANGUARDIA.

El miércoles pasado el 'New York Times' publicó un anuncio a página entera de la nueva tarjeta de crédito de Sotheby"s-Mastercard. Estaba ilustrado con foto de Andy Warhol y William Burroughs cenando en el invierno de 1964 en el restaurante español El Quijote anexo al famoso Chelsea Hotel, refugio de artistas y poetas atormentados, en el que Warhol rodó Chelsea Girls en 1966.Pese a que El Quijote de bohemio tien muy poco, Warhol y Burroughs debieron de sentir curiosidad por la estética kitsch de los sesenta franquistas, y los cientos de figuras de Quijote que adornan el restaurante.
Burroughs escribió 'Naked Lunch' en el Chelsea Hotel, uno de muchos escritores y poetas, músicos y pintores que se han inspirado en el edificio de doce plantas y 250 habitaciones en la calle 23 de Manhattan. Arthur Miller se instaló en el hotel en 1960 tras romper con la misma Marilyn que la que aparece en el retrato cuadruplicado en la tarjeta de Sotheby"s Mastercard. En este vídeo en YouTube se ven a Warhol y Burroughs cenando en el Chelsea Hotel en 1980.Me pareció apropiado que Warhol, Burroughs y el Quijote se convirtieran en el anuncio de Mastercard la misma semana en la que la cadena de hoteles "boutique" BD Hotels se hizo con la gestión del Chelsea con el plan de quitar de en medio al histórico dueño del Chelsea Hotel Stanley Bard. Tras 50 años como cabeza visible del hotel, Bard ha sido arrinconado en el consejo del hotel por sus dos socios, hasta la fecha figuras ausentes en la historia del Chelsea, construido en 1883, y el edifico más alto de Nueva York hasta la construcción del Flat Iron en 1902. El septuagenario Bard y su hijo gestionan a su manera el hotel desde 1946 y jamás han caído en la tentación de "tematizar" el hotel, es decir sustituir su auténtico papel en la incubación de vanguardias artísticas, por un homenaje artificial de ese papel. Salvo un par de placas colocadas fuera en homenaje a Dylan Thomas y Miller, el Chelsea Hotel no ha sentido necesidad de convertir en fetiche a sus huéspedes del pasado ya que Bard siempre estaba más interesado en alojar a nuevos artistas aunque esto supusiera perdonarles el alquiler, cosa que ha hecho con frecuencia.
"El Chelsea ha sido un imán y un protector de artistas; una meca; no quiero que se convierta en otro hotel boutique del montón. Yo ya no puedo crear otro lugar; solo proteger este", me dijo. En las habitaciones nada suntuosas del Chelsea, ha ensayado Jimi Hendrix, Leonard Cohen, Bob Dylan Janis Joplin; han escrito Mark Twain, Tenessee Willimas, Jack Kerouac, Gore Vidal, Thomas Wolfe; han pintado Diego Rivera, Claes Oldenberg, Willem de Koonig; han fotografiado Henri Cartier Bresson, Robert Mapplethorpe y han ideado películas Milos Forman, Stanley Kubrick, Dennis Hopper, Uma Thurman y Ethan Hawke. Bard ha hecho la vista gorda y compasiva ante los excesos de las movidas de la segunda mitad del siglo XX, desde que Thomas anunciara al llegar al hotel en la noche del 3 de noviembre de 1953: "Acabo de tomar 18 whiskies seguidos; creo que es un record". Murió seis días después. BD Hotels dice que se limitará a higienizar el hotel y modernizar su infraestructura.
Pero Bard teme lo peor. "Es complicado mantener la integridad de este lugar y satisfacer a los inquilinos, una empresa gestora no puede hacerlo". El Chelsea tiene un centenar de residentes permanentes.No es que BD sea un peligro como Donald Trump. Ira Drukier de BD y su socio han hecho remodelaciones elogiadas en el mundo de diseño como el Hotel Mercer. "No estamos locos; entendemos los sentimientos que se juegan en el Chelsea; quitaremos las goteras", dijo Drukier. Una reforma con criterio hará mas auténtico al Chelsea y no menos, sostiene. "Vamos a restaurar las habitaciones al estilo que tenían originariamente, quitando decenas de capas de pintura", dijo. Y nadie disputaría que el sentido estético de Stanley deja algo que desear. En el lobby del hotel se exponen cinco o seis cuadros que destacan más por chillones y kitsch que por calidad. Las habitaciones reformadas por Stanley en los últimos años, son de gusto francamente discutible. Los pasillos están pintados al estilo gotelette. Pero generación tras generación de vanguardias artísticas se alojaron aquí pese a esta ausencia preocupante de "buen gusto".
La faceta cutre u hortera del Chelsea y de El Quiijote son paradójicamente bienes escasos en un barrio ya colonizado por el dinero y por el buen gusto. La mera presencia de BD va a despertar a los fantasmas de Allan Ginsberg, Jack Kerouac, Bob Dylan, Jimi Hendrix, Leonard Cohen, Los Ramones, Stanley Kubrick. Hasta Mark Twain se alojó aquí a finales del siglo XIX.Poco después de venir a vivir a Chelsea en 2002 fui a visitar a su habitación del Chelsea a Arnold Weinstein, escritor y dramaturgo que colaboró con Miller en una de las últimos proyectos de los dos, una ópera basada en 'View form a Bridge' de Miller. Me quedé sorprendido por la apariencia deteriorada del apartamento en el hotel Chelsea de Weinstein, un hombre de exquisita formación cultural. Era un piso no sólo desordenado sino feo. ¿Acaso sea que lo feo, lo estéticamente incorrecto, es una musa dotada de más pasión que el buen gusto?, me pregunté.
Se tiene la misma impresión en El Quijote, un restaurante que, de existir en las nuevas ciudades españolas de arquitectos estrella y chefs post estructuralistas, sería considerado de pésimo gusto, de gastronomía retrógrada e ideología impresentable. Existe una jerarquía de uniformes a cual más rancio y evocador de guerras decimonónicas para diferenciar los barmen de los camareros, las azafatas de las camareras de restaurante, los jefes de servicio del manager, el manager del dueño. La estética del restaurante es un cruce entre la Lloret de Mar de 1972 y el Valle de los Caídos. El tufo de langosta y ajo mezclado con lejía quita el apetito. Los dueños son nostálgicos por un pasado repugnante. Cuando se destapó el escándalo del PP neoyorquino y aquella carta enviada a sus simpatizantes en el 2003 que jactaba de que en la España de Aznar "hasta los moros tienen trabajo en España" y "hasta los catalanes hablan español", fui a sondear las opiniones de la gente de El Quijote. José, el manager gallego me dijo: "¿Qué hay de mal en eso?; es verdad" . Hay nostalgia también por la autoridad de otros tiempos. Un día una amiga embarazada de mi hermano pidió una cerveza en el Quijote –tienen Estrella de Galicia y Mao- y se negaron a servirla por el bien de su bebé. Si llevas sombrero no te atienden.
Pese a todo ello, generación tras generación de bohemios han ido y han venido por el pasillo que une el Chelsea y el Quijote, mezclando una pastilla de LSD con una copa de Rioja y unas lonchas de jamón malo. Pero cuesta imaginarse que una cadena de bueno gusto y diseño y de ideas progresistas, vaya a sentirse muy cómoda con el Quijote como vecino. "Seguro que terminan el léase; querrán poner un restaurante de esos modernos y caros allí", dice Bard. BD dice que respetarán el contrato del restaurante que caduque en el 2017. A los 73 años, Bard personifica el espíritu del hotel como cobijo para las mentes rebeldes y crisol del arte vanguardista: "Gradué en psicología y contabilidad y he usado ambos aquí; hemos tenido a muchos excéntricos", dice. Es uno de los tres propietarios que heredaron el hotel en los años 40 de sus respectivos padres.
Pero ha sido arrinconado en el consejo por sus dos socios, hasta la fecha figuras casi desconocidas. Estos contrataron a BD Hotels el año pasado y han decidido reducir drásticamente el papel de los Bard: "Queremos involucrar a Stanley pero ya no como gerente del hotel; quiere escribir un libro y nos parece muy bien", dijo Drukier.Pero el Chelsea sin Stanley no será el Chelsea. Década tras década, hacía la vista gorda a fiestas extravagantes y al consumo de enormes cantidades de drogas y perdonaba el alquiler a quienes le parecían artistas empobrecidos. Hasta habla con compasión de la pareja punkie Sid y Nancy Vicious, alojados en el hotel hasta que Nancy murió apuñalada en el cuarto de baño de la habitación número 100 el 12 de octubre de 1978. "Nancy está muerta, ¿me puedo quedar la habitación?", dijo Vicious al bajar a recepción, según Bard. "Le dije que no por su propio bien. Era una pareja muy enamorada, jamás dejaban de tocarse; no se que pasó; creo que habían pactado suicidarse; cuanto más masoquista más les gustaba", dice Bard. "Sid quería quedarse porque estaba Bob Dylan alojado aquí; y Leonard Cohen." Vicious murió unas semanas después. Aunque sus conocimientos culturales son del ciudadano medio, Bard entendía la importancia de su papel como gerente del hotel de las vanguardias.
Coordinaba encuentros artísticos. "Organicé un encuentro entre Woody Allen y Arthur C. Clarke, autor del '2001, odisea en espacio', que se aloja en el Chelsea cuando viene por tratamiento médico a EE.UU.En los años cincuenta Bard no fue menos comprensivo con los artistas atormentados. Ningún hotel en Nueva York alojaría al alcoholizado y deprimido escritor irlandés Brendan Behan. "Brendan Behan abandonó la vida por el alcohol y yo sabía que le habían echado de varios hoteles. Un día su editor vino y me dijo: '¡Stanley, si hay algún sitio donde Brendan volvería a escribir es el Chelsea!'. Y le dimos alojamiento con su mujer." Escribió sus dos últimos libros aquí, 'Brendan Behan's New York' y ?Brendan Behan's Ireland' y además tuvo un hijo. Brendan siempre decía que no podía tener un hijo pero lo tuvo aquí. Por eso digo yo: "Mira la creatividad que hay en estas paredes", dice Bard.

DJUNA BARNES EN SI MISMA



Una de las más brillantes reporteras de su época. Bella, transgresora, narradora insigne, una de las inteligencias más relucientes de la literatura norteamericana.


Pasó una larga temporada en
París donde llevó una vida bohemia en pleno modernismo y visitó Europa . Sus últimos 40 años se recluyó en Nueva York. Entre sus amistades, destacan nombres como Ezra Pound, James Joyce, Gertrude Stein, Robert McAlmon, Natalie Barney, Peggy Guggenheim, Kay Boyle o Eugenio Montale en París y E. E. Cummings en Estados Unidos.
Mujer rebelde, deseosa de probar cualquier experiencia nueva y transgresora de la moral burguesa, de la política y de las convenciones artísticas, plasmó su vida en sus obras, en las que aparecen inconsciente, onirismo, lesbianismo, transgresión y fascinación.

Nació en
Cornwall-on-Hudson, una colonia de artistas de Nueva York, sus padres, Henry Budington Barnes y Elizabeth Chappel, habían estudiado violín en Inglaterra antes de casarse y se divorciaron en 1913. A través de su padre y su abuela, obtuvo gran apreciación y dedicación a las artes (el hogar de los Barnes era constantemente frecuentado por grandes artistas como Jack London y Franz Liszt). No tuvo una educación formal porque su padre creía que el sistema público era inadecuado, y por lo tanto sentía que la enseñanza en el hogar era mucho más beneficiosa. Con 20 años y mientras estudiaba en el instituto, comenzó su carrera como reportera e ilustradora para el Brooklyn Eagle. Su madre y su abuela se encargaron de su educación.

Obra

El libro de las mujeres repulsivas (The Book of Repulsive Women: 8 Rhythms and 5 Drawings) (1915)
Three from the Earth (1919) (obra de teatro)
Kurzy from the Sea (1920) (obra de teatro)
An Irish Triangle (1921) (obra de teatro)
She Tells Her Daughter (1923) (obra de teatro)
Un libro (A Book) (1923)
Almanaque de las damas (Ladies Almanack showing their Signs and their Tides; their Moons and their Changes; the Seasons as it is with them; their Eclipses and Equinoxes; as well as a full Record of diurnal and nocturnal Distempers, written & illustrated by a lady of fashion) (1928)
Ryder (Ryder) (1928)
Una noche entre los caballos (A Night Among the Horses) (1929)
El bosque de la noche (Nightwood) (1936)
La antífona (The Antiphon) (1958) (obra de teatro)
El vertedero (Spillway) (1962)
Selected Works (1962)
Vagaries Malicieux (1974)
Criaturas en un alfabeto (Creatures in an Alphabet) (1982)
Humo y otras historias tempranas (Smoke and Other Early Stories) (1982)
I Could Never Be Lonely without a Husband: Interviews by Djuna Barnes (1987) (ed. por A Barry)
Djuna Barnes's New York (1989)
At the Roots of the Stars: The Short Plays (1995)
La madre de Poe (Poe's Mother: Selected Drawings) (1996)
Collected Stories of Djuna Barnes (1996)

lunes, 25 de junio de 2007

LUCA / SUZANNE VEGA

Veinte años después, esta canción no pierde vigencia ni bondades. Una de nuestras favoritas en los 80´s.

LOVE SCENE IN BLADERUNNER

25 AÑOS DE BLADE RUNNER


'Naves en llamas más allá de Orión', 25 años después

'Blade Runner', el inquietante filme de Ridley Scott, cumple hoy un cuarto de siglo
EFE / ELPAIS.com - Madrid - 25/06/2007

Su producción fue tal infierno que su muy perfeccionista director aún sigue afinando una versión definitiva, pero lo cierto es que Blade Runner cumple hoy 25 años convertida en un clásico cuya sombría visión del futuro volverá a generar chorros de oro con su reedición conmemorativa en DVD. Y es que, en lo que es otro dato curioso en una película repleta de ellos, Blade Runner fue tras su estreno el 25 de junio de 1982 un fracaso en EEUU, pues sólo recaudó en las salas catorce millones de dólares -la mitad de su presupuesto-, pero su apabullante éxito en el recién nacido mercado del vídeo doméstico la erigió en uno de los productos más lucrativos de la Warner.



Cuando un final se convierte en clásico

"Warner Brothers me dijo que es su película más solicitada, después de Casablanca", declaraba en octubre al diario británico The Times su director, Ridley Scott, quien anunció también un reestreno a lo grande este año en Los Ángeles. Una explicación al éxito en vídeo y DVD es que la cantidad y calidad de las imágenes que ofrece la película es tanta que muy pocos suelen conformarse con ver sólo una vez esta mezcla de cine negro y ciencia ficción protagonizada por Harrison Ford en uno de sus mejores papeles.


Rodada en decorados humedecidos por la lluvia y la neblina que caracterizan esta película en la que apenas se ve el sol, "Blade Runner" unió bajo una hipnótica banda sonora de Vangelis el alma caótica de Nueva York, Londres, Bangkok y Hong Kong en un diseño visual mil y una veces imitado desde entonces y bautizado como ciberpunk, mezcla de tecnología y marginalidad existencialista. Tan deudora de la imaginación del dibujante Moebius como del film Metrópolis (1927), de Fritz Lang, la película se sitúa en 2019, mucho después del 1992 propuesto por el visionario escritor Philip K. Dick en su novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968), en la que se basa, muy libremente, el guión.


Los principales problemas para Scott fueron los financieros. No sólo le despidieron una vez acabado el rodaje por sobrepasar el presupuesto, poco después se vieron obligados a readmitirle, sino que en ningún momento se mostraron convencidos de que la película resultara comprensible. Un miedo que también afectó al propio Scott cuando, tras los pases previos, el público y los críticos (que posiblemente, por la presencia de Harrison Ford, esperaba nuevas aventuras tipo Star Wars) se quejaron por considerar la película enrevesada y pesimista.


Todo ello llevó a productores y director a tomar una polémica decisión: eliminar un plano onírico que Scott creía fundamental, incluir una locución explicativa a cargo de Ford durante toda la película y alterar radicalmente el desenlace para hacer un final feliz, incluyendo idílicos planos de montañas tomados de descartes de la película El resplandor, de Stanley Kubrick. A comienzos de los 90 el hallazgo de una copia de trabajo con el montaje original y su casual proyección en un pase público generó una oleada de entusiasmo popular.


Entusiasmo que hizo que Warner olfateara un nuevo negocio: el reestreno de esta versión con el montaje del director y su lanzamiento en vídeo en 1992, en coincidencia con el décimo aniversario del estreno. Una fórmula que generó pingües beneficios y que ahora intenta repetirse con motivo de este aniversario, ante el cual Warner Home Video anunció que se editará una caja con, como poco, tres de las al menos cinco versiones de la película, incluidas las internacionales. Y por si fueran pocas, Scott ha vuelto ha rodar planos para afinar de nuevo el montaje?

Cuando un final se convierte en clásico


"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".

Esta frase de Roy, un 'replicante' (androide) interpretado por el actor Rutger Hauer, es el momento más citado por los admiradores de 'Blade Runner'.

martes, 12 de junio de 2007

Rubén Blades • Buscando Guayaba

La américa más pura...que tenga sabor que tenga mento.

POEMA DE BEVERLY PEREZ REGO



CUAN EXTRAÑA SUELO SER: cosmogónica, autista, bendita;
ciega en el día, eterna en la noche.
Hambrienta, hombres que
amo y odio, calderos que hierven, muslos que se abren.
Cuán díscola, cuan áspera: poemas que són súplicas,
poemas que son venganza.
Justicia, al fin, siempre tardía,inadmisible.
Todas mis esencias se enquistan en mis sienes, pero me
consuelan, como los dedos nudosos de mi madre.
Cirios de plata, lomos tersos de panteras: todos cruzan
en los ojos de la mujer bermeja, cubierta de astillas, como
los bancos de parques en ruinas.
Ya que todo ha sido negado,
conservo la antigua memoria.
Y al vengarme, otorgo el perdón
y, a mi modo, también
también soy perdonada.


Beverly Pérez Rego(Canadá-Venezuela)
Socióloga y Licenciada en Letras egresada de la U.C.V. Traductora.Premio Bienal Casa de la Cultura de Maracay(1994),Premio Bienal Elías David Curiel (1997); y Mención única Bienal Francisco Lazo Martí (2003)

lunes, 11 de junio de 2007

150 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA NUEVA JERUSALEM




Ramsgate es una ciudad del sur de Inglaterra ubicada a dos horas por tren de Londres. Su mayor celebridad consiste en ser la sede de un museo que honra la memoria de uno de los judíos de virtudes más excelsas y de temperamento más combativo y constructivo que puede contener la Enciclopedia Judaica: Sir Moses Montefiore. Nada más ni menos que el filántropo que permitió el renacimiento de las tres veces milenarias y tres veces sagradas ciudad de la Jerusalén histórica y el nacimiento de la Jerusalén Moderna... ¡hace exactamente 150 años!

El Museo Montefiore está inserto en un conjunto cultural religioso que integran: una sinagoga, una “yeshiva” (o escuela de estudios religiosos —en este caso para estudiantes de origen sefardita) y la propia tumba del que llegó a ser en 1837 alcalde de la capital inglesa y elevado el mismo año por la reina Victoria a la dignidad de “Sir”, Gran Caballero de la Corona inglesa.
El conjunto hoy en día está bajo la custodia del Movimiento (jasídico) Lubavitch, también responsable desde allí de un campamento de verano y de diferentes actividades social-filantrópicas.

En realidad, Sir Moses Montefiore nació en 1784 en una familia sefardí de la ciudad italiana de Livorno, pero creció y vivió toda su vida en Inglaterra en una atmósfera de gran respeto y cumplimiento de la Biblia (Torah) y de los Miksvot. Murió el 15 de agosto de 1885 a la edad de 101 años, luego de haber realizado 7 viajes pioneros en el Israel bajo el yugo otomano, el último de los cuales a la edad de ¡91 años!, no sin antes haber creado, en 1855 —hace pues hoy 150 años— el primer asentamiento y primer barrio judío fuera de los 4.000 metros de muralla de la Antigua Jerusalén, en un sector conocido bajo el nombre de “Mishkenot She’Ananim”, algo como “la Mansión de los Bienaventurados”, así llamado en recuerdo del profeta Isaías y uno de sus más famosos versículos... proféticos —valga la redundancia:

“Pero sobre nosotros se derramará el espíritu desde arriba. Entonces, el desierto se transformará en jardín y el jardín crecerá como un bosque. En el desierto, acampará el Derecho; en el jardín, descansará la Justicia. La obra de la Justicia sea la Paz y los frutos de la Justicia serán tranquilidad y seguridad para siempre.
Mi pueblo vivirá en paz, sus habitaciones serán seguras y tranquilas. La selva será cortada y la ciudad arrasada, y ustedes sin problemas sembrarán entonces a orillas de los esteros, o soltarán, sin preocupaciones, su buey o su burro” (Is. 32: 15-20).

Hoy, en el también conocido como barrio Montefiore de Jerusalén, en las afueras de Ir Atika (la Ciudad Vieja, “intramuros”), cualquier turista o nuevo inmigrante puede admirar este singular edificio de una planta donde nació la nueva Jerusalén moderna en 1855, pues además se volvió mundialmente famoso gracias a Yemin Mose, el barrio de artistas de renombre mundial, que es parte integrante de él, donde, como en sus horas de mayor gloria el barrio de Montmartre, en París, o Village People, en Nueva York, visitan, se alojan, desfilen, exponen y se producen permanentemente los más cotizados artistas —judíos y no judíos— del planeta.

En nuestros años de joven reportera, recién graduada, en los años finales de los ‘80, principios de los ‘90, tuvimos el insigne privilegio de residenciar muchos meses en Jerusalén, recorriendo muy asiduamente Mishkenot She’Ananim, lo que nos llevó a publicar —entre otros— un amplísimo y muy documentado reportaje sobre su historia y la de su fundador moderno, Sir Moses Montefiore, en el periódico en francés de Israel, llamado L’Information d’Israel, de fecha 16 de abril de 1993.

La antigua Jerusalén amurallada, con sus tradicionales barrios y divisiones religiosas: los barrios musulmán, cristiano (armenio), judío; y la Jerusalén moderna, hoy desparramada, todo alrededor, sus colinas y montes circundantes, su Monte Scopus, su Universidad Hebraica, sus bajos edificios en piedra de Jerusalén y sus urbanizaciones para inmigrantes, sus 150 años de haberse “escapado” de sus antiguos linderos herodianos... Mishkenot She’Ananim, Yemin Mose, las imborrables huellas de un hombre: Sir Moses Montefiore.

Nacido un 24 de octubre de 1874 en Italia, y muerto en Inglaterra el 27 de julio de 1885 (otra fecha indica el 15 de agosto de este mismo año), Montefiore era un filántropo como pocos, aliado al poderoso clan de los Rothschild, a través de su esposa, Judith Barent-Cohen. Inició su vida como simple agente de cambio, haciendo rápidamente fortuna, tanto que, a los 50 años, ya resolvió iniciar su carrera pública de muy generoso benefactor y no menos consecuente hombre de acción entregado a la emancipación de los judíos, no sin ocupar altos cargos en la administración pública inglesa, como el de alcalde de la ciudad de Londres en 1837... Altos cargos y servicios a la Corona que la reina Victoria recompensó con un título de “Sir”.

En realidad, poca gente sabe que la emancipación de los judíos fue, en sus orígenes, una de las grandes ideas (junto a la emancipación de la mujer, y los derechos del hombre y del ciudadano) lanzadas sobre el continente europeo por una cierta Revolución Francesa de 1789, sea dicho de paso, mucho antes del surgimiento del movimiento “redentor” sionista del periodista austriaco Nathan Birnbaum (que parece haber sido el primero en emplear el término “sionismo”), mucho antes del “Llamado a los Judíos” desde Filadelfia, EUA, por un tal Mordekhay Noah el 15 de octubre de 1825, invitando a los judíos “donde quiera que se encuentren” a emigrar en un primer tiempo en... Ararat... una ciudad con nombre predestinado (donde supuestamente encontraría posteriormente los restos del Arca de Noe); antes de los “progroms” y la “Solución Final” de los siglos 19 y 20, mucho antes de los “Amantes de Sion” salidos de los ghettos de Europa Central, mucho antes del libro Autoemancipación, de León Pinsker, mucho antes de la obra Roma y Jerusalén, de Moshe Hess, discípulo de Marx, y mucho antes de las líneas de otro periodista austriaco: Teodoro Herzl, gran visionario del futuro Estado de Israel, entonces, redactor del periódico alemán Neue Press, al final del siglo 19.

Moses Montefiore no era un visionario pero no hay duda de que tenía un “fuego sagrado” interno que lo hacía mover para emancipar la condición de los judíos por todas partes. No se sabe si tuvo directamente conocimiento del “Llamado a los Judíos” de Mordekhai Noah en 1825 (nacido apenas un año antes de él, el 19 de julio de 1875, en Filadelfia) pero no hay duda de que supo “conectarse” espiritualmente con el “Espíritu del Tiempo” en pro de la causa de sus correligionarios que recorría la Europa post Emperador Napoleón I —que, dicen, luego del sitio de San Juan de Acre, en la entonces Palestina de donde tuvo que salir con el rabo entre las piernas, llegó a hablar una vez de ayudar a reconstruir el Templo de Jerusalén y de crear un Estado Judío... si los judíos se unían a su bandera.

El hecho es que, un día de 1827, Moses Montefiore emprendió su primera peregrinación a la Tierra Prometida (Eretz Israel), entonces bajo el yugo de los pachas otomanes, corruptos y venales... El aire y la visión de la Tierra de Sion le causaron un fuerte impacto. Visitó el Barrio Judío, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde según la Enciclopedia Británica, en su séptima edición, vivían unos 6.000 judíos —dos veces más que la población judía en Nueva York de aquel entonces; algo menor de la de musulmanes y la mitad de cristianos. Vivían las tres comunidades en sus respectivos barrios, en paupérrimas condiciones, sin ningunos servicios básicos, y en condiciones higiénicas lamentables, observaciones éstas, sobre el terreno, que iban a ser el desencadenante para “hacer algo para los judíos de Palestina y, sobre todo, los de Jerusalén”, a la vez que serían el punto de partida de una serie de iniciativas para también mejorar las condiciones de vida de los ghettos de Europa Central por parte de Moses Montefiore.

En 1846 obtiene del tsar de Rusia un ucase, un decreto, para impedir el establecimiento de judíos en las zonas fronterizas muy conflictivas entre Alemania y Austria... En 1840 maniobra para conseguir para los judíos de los territorios bajo administración de la “Sublime Puerta” otomana los mismos derechos que los demás extranjeros en todo el Imperio... En 1847 interviene a favor de la Comunidad de Siria... En 1858 solicita al Papa la reconsideración de un caso de un niño judío obligado a bautizarse católico por su gobernante... En 1864 pide la intermediación del Sultán de Marruecos en contra de la represión de judíos en la ciudad de Tánger.

Pero es en 1860 cuando realiza su más brillante actuación, al conseguir del Sultán Otomano de Constantinopla (hoy, Estambul) un firmán, un decreto, para permitir la realización de la primera parte de su sueño: sacar a sus correligionarios de su Estado promiscuo, de extremo hacinamiento, en callejuelas angostísimas, sin luz del sol, sucias, del interior de la muralla de la vieja ciudad de Jerusalén; y llevarlos a construir ellos mismos, de sus propios manos, sus propios asentamientos, sus propias casas, una ciudad que sería suya.

El calendario gregoriano marcaba el año 1860, el calendario judío el año 5620... Pronto iba a nacer la Jerusalén moderna gracias a un hombre profundamente impregnado de valores místicas judíos (con el tiempo, sería apodado Yemin Moshe, “a la derecha de Moses”), además de ser un gran negociador, un gran filántropo y un constructor nato.

Para juzgar del carácter temerario, casi utópico, de tal iniciativa de Sir Moses Montefiore, de construir y hacer construir con sus propias manos el nuevo Barrio Judío en las afueras de las murallas de la antigua ciudad de Jerusalén, se debe considerar lo siguiente: desde hace siglos, una tradición quería que un judío de Jerusalén, de los ghettos de Europa Central o de cualesquier otros puntos de la diáspora (dispersión de los judíos por el mundo desde el año 70 de la era cristiana), no desempeñara otra función o labor que la de zapatero, joyero, sastre, o usurero, es decir, artesanos o negociantes... ¡Y es allí cuando este hijo de mercader italiano reencauchado en las brumas londinenses pretendía sacarlos de su comodidad, rutina y seguridad y hacer que se aventurasen fuera de su marco ancestral, que se lanzaran propiamente a la calle, pero fuera de los límites que miles de años habían prácticamente marcado de un sello indeleble —si bien, en más de una ocasión, tuvieron que hacerlo en condiciones dramáticas, de largos exilios y duras persecuciones.

¡Menudo nuevo reto histórico! ¡Y con más razón cuando se piensa lo que era la Palestina del siglo 19, el espacio exterior que rodeaba las murallas de Jerusalén en aquel entonces..., un solo e inmenso desierto, cruzado por largas caravanas comerciales a lomo de cabellos y burros pero también por cien y un peligros, bandidaje, asesinos a sueldos, traficantes de esto y de aquello, asaltantes de caminos, “rebeldes sin causa”, nacionalistas exacerbados, guerras intertribales, etc... que obligaba a cerrar todas las noches, a la primera estrella, todas y cada una de las enormes puertas de gruesa madera del Líbano que transformaba entonces a la tres veces milenaria Ciudad de David en una auténtica fortaleza medieval.

¿Cuál es entonces el “loco de atar” que soñaba para los suyos “una nueva vida” fuera de estos altos y inexpugnables muros..? Pues tenía nombre y apellido, un título de la Corona Real de Inglaterra..., un místico judío... y una de las grandes fortunas del siglo 19.

Cuando, en 1855, el filántropo inglés de origen italiano, Sir Moses Montefiore, invitó a la comunidad judía hacinada en estrechas, malolientes y no higiénicas calles y casas al interior de las murallas de la Antigua Jerusalén —donde, sin embargo, convivían pacíficamente con musulmanes y cristianos— para construir con sus propias manos una Nueva Jerusalén en la parte exterior de la antigua capital fundada por el rey David unos 3.000 años antes, obviamente, no invitaba a sus miembros a un paseo, ni a una sinecura, por cuanto los alrededores eran muy hostiles, con nómades ladrones y asaltantes de caminos, además de ser extremadamente desérticos.

La única “recompensa” era que el sector escogido se encontraba en la cercanía del llamado Muro Occidental del antiguo Templo de Salomón, mejor conocido como Muro de los Lamentos, donde por lo menos los más creyentes —casi todos lo eran en aquellos tiempos allá— podían acercarse para rezar, depositar ex votos (papelitos con algunos deseos por cumplir) en los intersticios de las enormes piedras de talla que habían resistido los embates de las recurrentes locuras destructoras de los invasores de turno y que eran los vestigios del último Gran Templo de Jerusalén (Mikdash HaGadol).

La resistencia de una parte de los 6.000 pobladores del Barrio Judío de la antigua ciudad se alargó un cierto tiempo hasta que Sir Montefiore tuvo la idea de... ofrecer una libra esterlina inglesa (que representaba cierta suma en aquel entonces) a cualquiera de ellos que se atreviera... ¡a pasar tan sólo una noche al exterior de la Muralla..! Digamos que, al principio, no hubo mucha cola... La gran aventura de la Nueva Jerusalén extramuros empezó con uno, luego otro, y así, sucesivamente, durmiendo cada noche en carpas improvisadas bajo uno de los cielos más estrellados de una de las ciudades —de acuerdo al Talmud, posterior al de Babilonia— más bellas y más sufridas del planeta (“Diez medidas de belleza descendieron sobre el mundo; nueve recibió Jerusalén y una, el resto del planeta. / Diez medidas de dolor descendieron sobre el mundo; nueve recibió Jerusalén y una, el resto del planeta”).

Y, así, con cuentagotas, habiendo entre tanto Montefiore logrado una cierta vigilancia por parte de las autoridades otomanas que administraban la ciudad, fueron sumándose los primeros pioneros judíos —hasta entonces artesanos y comerciantes—, constructores con sus propias manos del primer sector jamás edificado al exterior de las murallas de la vieja Jerusalén, posteriormente conocido en forma coloquial como “Barrio Montefiore”, o en hebreo, por su nombre de Mishkenot She’Ananim, “La Mansión de los Bienaventurados” —en recuerdo de los versos del profeta Isaías.

El primer “edificio” construido con piedras extraídas con herramientas “de fortuna” en canteras cercanas a la propia Jerusalén lo fue frente al llamado Monte Sion, cerca de una famosa y muy concurrida —por caravaneros y visitantes— puerta de la antigua Jerusalén llamada Puerta de Jaffa... Por lo tanto, no era un lugar cualquier, tenía su carga de simbolismo, al que se agregaba el hecho de que, partiendo de allí, se llegaba, luego de unos 25 kilómetros de polvorientos caminos de burros, a las ciudades sagradas de Belén y de Hebrón —esta última, lugar de la “Tumba de los Patriarcas” del antiguo Israel.

El primer edificio histórico —la “casa matriz”— de la Nueva Jerusalén de Sir Moses Montefiore fue una larga construcción rectangular de 120 por 6 metros, con 29 habitaciones, de techo llano adornado de frente con una hilera de almenas y, en el mero centro de su fachada, una estrella de David, también, tallada en piedra... El resto del conjunto de casas, de dos pisos (ninguna planta baja para residencias), fue construido —para decirlo así gráficamente— con un diseño general parecido a un convoy de pioneros americanos a la conquista del Oeste, en medio de comarcas hostiles: con todas las puertas y entradas mirando hacia un patio interior donde se podía organizar libremente la vida económica del nuevo barrio, con sus talleres artesanales, jardines, huertos, áreas recreativos, religiosos, etc.; y listos para enfrentar cualquier acto de bandidaje y robo a mano armado, con un sistema de comunicación especial entre casas y habitaciones, calles cruzándose perpendicularmente, finales de calles sellados o con puertas metálicas especiales, etc. —de paso, este modelo iba a ser el modelo de construcción que se adoptaría allá hasta finales del siglo 19.

A la culminación de su primera etapa histórica en 1860 (año, por cierto, del nacimiento de Teodoro Herzl, el llamado Visionario del Estado de Israel —¡todo un símbolo!), es decir, cinco años después de que el primer pionero judío, por primera vez en muchos siglos, se atrevió a pasar una noche afuera de la Muralla de la Antigua Jerusalén, el barrio Montefiore, Mishkenot She’Ananim, contaba 140 casas, sinagogas, escuelas, un hotel para peregrinos y varios grandes reservorios de agua... Muchas más casas seguirían posteriormente para acoger los primeros pioneros de Rusia y de Europa Central, los primeros constructores de las primeras colonias agrícolas judías de Palestina bajo impulso de León Pinsker, otro filántropo Edmundo de Rothchild, Ch. Meter, fundador de la Alianza Universal Israelita y de la primera Escuela de Agronomía judía en Eretz Israel.

Cerca del barrio Montefiore y a lo largo de la actual calle de Yaffo, tres, cuatro, cinco barrios más serían posteriormente construidos entre los cuales el Barrio de Mea Shearim, hoy religiosamente muy activo (y combativo) gracias a sus judíos ultraortodoxos... De 6.000, la población pasaría rápidamente, en 1897, a 10.000, y luego a 30.000 (es decir, 3 veces más que musulmanes y cristianos), en la época del Primer Congreso Sionista de Basilea (Suiza), dominado por la figura cimera de Teodoro Herzl.

Poco a poco, el antiguo Barrio Judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén se fue vaciando, aunque muy lentamente, puesto que, en 1948, cuando la Legión Árabe lo arrasó, unos 2.000 “puros y duros” todavía vivían allá.

El 28 de julio de 1885 fallecía su fundador y máximo filántropo (aunque otros, de Inglaterra y, sobre todo, de EUA, contribuyeron): Sir Moses Montefiore, a la edad casi “bíblica” de 101 años... En los siguientes 5 años, cinco nuevos barrios serían levantados en su memoria, llevando su nombre, entre los cuales el hoy universalmente famoso barrio artístico de Yemin Moshe...
En los meses previos a la Independencia de Israel de los británicos, el sector dominado por un curioso antiguo molino de agua, con su cabeza redondeada en forma de champiñón, fue la sede de la célebre resistencia judía llamada “Haganah”.

Muy cerca, el 14 de mayo de 1948, ingleses, judíos y árabes reunidos “civilizadamente” alrededor de una mesa de póquer oían la voz del entonces gobernador de la región, Sir Cunningham, anunciando la retirada de las tropas inglesas y, por lo tanto, el fin del mandato británico en Palestina (en vigencia desde la —para algunos— casi “profética” entrada del general Allenby, en 1917, acabando con siglos de presencia turco-otomana).

El día siguiente de este anuncio, el 15 de mayo, Israel declaraba su Independencia...Todo lo demás, es otra Historia.

PERSONAJES QUERIDOS

MAN RAY CON SU MADRE


ITALO CALVINO







GEORGES BATAILLE











martes, 5 de junio de 2007

EMILY DICKINSON / POEMAS



Pasados ya cien años
Pasados ya cien años
nadie el lugar conoce:
la angustia allí sufrida
es una paz inmóvil.
Se irguieron victoriosos los hierbajos;
vagaron forasteros allí, deletreando
aquella solitaria ortografía
de los muertos lejanos.
Los vientos, en bancales del estío,
recuerdan el sendero,
pues el instinto recogió la llave
que la memoria se dejó en el suelo.

ESCRITORES GUERREROS

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TALLER DE POESÍA IMAGO MUNDI 2007 / LA GUERRERA Y LOS GUERREROS