martes, 29 de julio de 2008

ALEGRÍAS ENTRE AMIGOS

Iván Corona Calcaño y Mharía Vázquez Benarroch.


Celebrando el Premio de Autores Inéditos
en Poesía, de Beatriz Calcaño, concedido por
Monte Avila Editores 2008.
De Izq. a der: Iván Corona (hijo Bea), la poeta Mharía Vázquez Benarroch, Beatriz Calcaño
de Corona, y su esposo Eduardo Corona.
Es bonito ver el fruto de una cosecha. Beatriz siempre fue una de mis alumnas favoritas del Taller de Poesía Imago Mundi 2007. Su extrema sencillez y absoluta timidez, escondían la joya de una poeta formada en el paso de los años, madura como una fruta en sazón, exquisita como un vino especiado. Los poemas de Beatriz, eran viajes, "expediciones" hacia el alma. Siempre le dije que serían leídos con admiración por otros, y que era seguro que un premio los saludara, ella, en su intensa sencillez lo negaba siempre...me alegro de que la Historia terminara dándome la razón. A tu salud Beatriche.





lunes, 28 de julio de 2008

viernes, 18 de julio de 2008

MUDANZAS


MUDANZAS: Del cuerpo y del espíritu...nos mudamos y dejamos la sombra de nuestra felicidad y nuestro infortunio. Nos mudamos, hacia la serenidad de una montaña, hacia la soledad de un mundo nuevo, con el eso del aventurero que no sabe qué va a encontrar en ese nuevo paraje...
Nos mudamos y comenzamos un nuevo ciclo.


Mh

lunes, 14 de julio de 2008

SOBRE LO DE ADENTRO Y LO DE AFUERA


“Dicen los japoneses que los jardines no son para pasearlos, sino para contemplarlos desde el interior de uno mismo, para que la calma penetre en lo más profundo; que son estampas del paraíso para delimitar el paisaje en el tiempo y distinguir las cuatro estaciones”.

sábado, 12 de julio de 2008

POEMA DE EL CIRCO ROTO / HANNI OSSOTT


Fotos de Patricia Van Daalen.



LA MORDIDA PROFUNDA


Hay una mordida profunda
incisiva
en el centro de mi sexo
por la cual yo me erijo como yo misma
y soy,
y poseo y dono.
Regalo mi cuerpo y mi ansia.

Hay una mordida en mí
que doblega al otro
lo arrodilla, lo inclina

por esa mordida se abre un vasto mar de vacíos
vértigos
precipitaciones
abismos
Me cruza una pendiente
me traza un precipicio
en el amor...
y en todas mis secretas junturas
con cuido, con recelo, tú te avienes a mí
y no me sabes.



viernes, 11 de julio de 2008

DORIAN LEIGH / INSPIRACIÓN DE "DESAYUNO CON DIAMANTES"


FOTOS DE RICHARD AVEDON.



El modelo de Audrey Hepburn en "Desayuno con Diamantes"

Su escultural y aristocrática imagen apareció en las portadas de las revistas de moda más importantes del mundo, como en Vogue, cuya primera página copó siete veces sólo en 1946, Harper's Bazaar, McCall's y Look.

Además de para Avedon, a lo largo de su carrera como modelo DorianLeigh posó para los más grandes fotógrafos de su época, entre ellos, Cecil Beaton o Irving Penn.

Tras retirarse de las pasarelas, Leigh, en quien se dice que inspiró la actriz Audrey Hepburn para interpretar su papel en la película Desayuno con diamantes, abrió su propia agencia de modelos en París.

Nacida el 23 de abril de 1917 en San Antonio (Texas, Estados Unidos), la pionera del fenómeno de las grandes top model, que más tarde protagonizarían Linda Evangelista, Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Twiggy u otras, murió el pasado lunes en la residencia de ancianos Falls Church, en Virginia, según precisó su hijo mayor, T.L.Hawkins.

Leigh fue uno de los primeros fichajes de la agencia de modelos Ford. En 1997, la fundadora de esa agencia, Eileen Ford, afirmó en una entrevista a la revista The Free Lance-Star que Leigh había sido "la mejor modelo de nuestros tiempos".


CARLOS RUIZ ZAFÓN / EL JUEGO DEL ÁNGEL


"Un escritor nunca olvida la primera vez
que acepta
unas monedas o un elogio a cambio
de una
historia. Nunca olvida la primera vez que
siente
el dulce veneno de la vanidad en la sangre y
cree que, si
consigue que nadie descubra
su falta de talento, el sueño
de la literatura
será capaz de poner techo sobre su cabeza,

un plato caliente al final del día y
lo que más anhela:
su nombre impreso
en un miserable pedazo de papel

que seguramente vivirá más que él.
Un escritor está condenado
a recordar
ese momento,porque para entonces

ya está perdido y su alma tiene precio..."



LA VIE EN ROSE - LOUIS ARMSTRONG

jueves, 10 de julio de 2008

ALESSANDRO BARICCO / FRAGMENTO DE "SEDA"



"Permanece así, te quiero mirar, yo te he mirado tanto pero no eras para mí, ahora eres para mí, no te acerques, te lo ruego, quédate como estás, tenemos una noche para nosotros, y quiero mirarte, nunca te había visto así, tu cuerpo para mí, tu piel, cierra los ojos y acaríciate, te lo ruego, no abras los ojos si puedes, y acaríciate, son tan bellas tus manos, las he soñado tanto que ahora las quiero ver, me gusta verlas sobre tu piel, así, sigue, te lo ruego, no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti, acaríciate señor amado mío, acaricia tu sexo, te lo ruego despacio, es bella tu mano sobre tu sexo, no te detengas, me gusta mirarla y mirarte, señor amado mío, no abras los ojos, no todavía, no debes tener miedo estoy cerca de ti, ¿me oyes?, estoy aquí, puedo rozarte, y esta seda, ¿la sientes?, es la seda de mi vestido, no abras los ojos y tendrás mi piel, tendrás mis labios, cuando te toque por primera vez será con mis labios, tú no sabrás dónde, en cierto momento sentirás el calor de mis labios, encima, no puedes saber dónde si no abres los ojos, no los abras, sentirás mi boca donde no sabes, de improviso, tal vez sea en tus ojos, apoyaré mi boca sobre los párpados y las cejas, sentirás el calor entrar en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro, o tal vez sea sobre tu sexo, apoyaré mis labios allí y los abriré bajando poco a poco, dejaré que tu sexo cierre a medias mi boca, entrando entre mis labios, y empujando mi lengua, mi saliva bajará por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo, hasta que al final te bese en el corazón, porque te quiero, morderé la piel que late sobre tu corazón, porque te quiero, y con el corazón entre mis labios tú serás mío, de verdad, con mi boca en tu corazón tú serás mío, para siempre, y si no me crees abre los ojos señor amado mío y mírame, soy yo, quién podrá borrar jamás este instante que pasa, y este mi cuerpo sin más seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran, tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que resbalas debajo de mí, tomas mis flancos, me levantas, me dejas deslizar sobre tu sexo, despacio, quién podrá borrar esto, tú dentro de mí moviéndote con lentitud, tus manos sobre mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves con lentitud, pero hasta hacerme daño, mi placer, mi voz, mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me levanta, tus brazos que no me dejan ir, los golpes dentro de mí, es dulce violencia, veo tus ojos buscar en los míos, quieren saber hasta dónde hacerme daño, hasta donde tú quieras, señor amado mío, no hay fin, no finalizará, ¿lo ves?, nadie podrá cancelar este instante que pasa, para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando, para siempre cerraré los ojos soltando las lágrimas de mis ojos, mi voz dentro de la tuya, tu violencia teniéndome apretada, ya no hay tiempo para huir ni fuerza para resistir, tenía que ser este instante, y este instante es, créeme, señor amado mío, este instante será, de ahora en adelante, será, hasta el fin."

EN TU MEJOR MOMENTO...


"...Cuando has pasado de la prosa al Hayku

y de la ceremonia del té al desapego.

Que una obra sencilla refleje tu madurez

como una gota de mar refleja al universo."
H.O.

LA ESTRATEGIA Y EL GO




El Go es jugado por muchos millones de personas en Oriente, y su difusión
en Occidente crece continuamente.

Es un antiguo juego de tablero que toma elementos simples (la linea y el
círculo, negro y blanco, piedra y madera), los combina con reglas simples y
genera sutilezas que han apasionado a jugadores por milenios.

Más allá de ser solamente un juego, el Go es una analogía con la vida, una meditación intensa, un espejo de la propia personalidad, un ejercicio de razonamiento abstracto o, cuando es bien jugado, un hermoso arte donde Blanco y Negro bailan a través del tablero en un delicado balance.

lunes, 7 de julio de 2008

WALKER EVANS / MEMORIA DE NORTEAMÉRICA



WALKER EVANS RETRATADO POR SU ESPOSA . 1937


"El fotógrafo es un artista , es un sensualista feliz,
por la simple razón de que el ojo
trafica con sensaciones, no con pensamientos."

sábado, 5 de julio de 2008

CHARLES WHEELER / IN MEMORIAM


Muere Charles Wheeler, veterano corresponsal de la BBC


Madrid - 04/07/2008

El corresponsal de la BBC, Charles Wheeler, ha muerto a los 85 años tras padecer de un cáncer de pulmón, según ha informado hoy la cadena pública británica. Considerado una "leyenda" por Mark Thompson, director de la BBC, el periodista informó, entre otros eventos, sobre el caso Watergate, además de las guerras de Vietnam, Las Malvinas y Nicaragua.

Originario de Bremen, Alemania, Wheeler fue educado en Kent y comenzó su carrera en el periodismo en 1939, en el desaparecido diario Daily Sketch. Aprovechando su alemán fluido, se unió a los Royal Marines en los inicios de la Segunda Guerra Mundial.

En 1947 comenzó a trabajar para la prestigiosa cadena como corresponsal. Tuvo despachos en Alemania, España, Libano e India. En 1959 cubrió la huida del Dalai Lama tras la invasión china del Tíbet. Posteriormente, cruzó el Atlántico para convertirse en el reportero de la BBC en Washington. En sus dos décadas en los Estados Unidos fue testigo del ascenso y caída de Richard Nixon, la Guerra de Vietnam y los asesinatos de Robert Kennedy y Martin Luther King.

Con frecuencia sus colegas señalaban a Wheeler como el mejor periodista de su generación, y destacaban su humildad y su valentía. "Su integridad, autoridad y su humanismo agraciaron las ondas de la BBC por muchas décadas. Es totalmente irreemplazable", ha señalado Thompson.

Una leyenda no acostumbrada a la cámara

A pesar de la fama, Wheeler declaró que las cámaras nunca dejaron de ponerle nervioso. "Me bebería un gran vaso de whisky antes de entrar en el plató, solo para dejar de temblar", reveló el periodista a la revista Broadcast en 2006. "Hasta este día odio ponerme frente a la cámara. Me siento terriblemente incómodo. Me parece irreal hablar a un pedazo de cristal", dijo entonces Wheeler.

En los últimos años de su vida, Wheeler fue muy crítico con el periodismo televisivo. Señaló que la BBC "había perdido el rumbo" en sus informativos, y que el periodismo televisivo tenía muchas "boberías".

Wheeler ganó varios premios, entre los que destacan dos Baftas y distinciones de la Real Sociedad de Televisión. En 2006 fue nombrado caballero por sus servicios al periodismo.

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Corría el año de 1978, en una Managua dominada por la guerra entre la crueldad y la libertad. Yo era una joven estudiante de periodismo enviada a cubrir los acontecimientos por castigo de un jefe de redacción nazi, que pensó darme un susto y simplemente me cambió la vida...como también lo hizo Wheeler, cuando una noche de tragos en la cual estabamos Arturo Pérez Reverte, cuatro amigos ya fallecidos en conflicto y esta servidora, Wheeler nos leyó el destino a cada uno y a mí me propuso reportear para la BBC en español. De nada valieron mis dudas, él con su carácter de bulldog decidió que así sería y durante 25 años he hecho honor a esa elección. Hoy, con el corazón en un puño le digo adiós a uno de los tipos más valientes e inteligentes que he conocido.

jueves, 3 de julio de 2008

HARUKI MURAKAMI / TOKYO BLUES




Entrevista | Haruki Murakami

"Escribo cosas raras, muy raras"

Reconocido por la crítica internacional como uno de los autores más importantes de la actualidad, el novelista de Tokio Blues señala que la soledad es el principal tema de su obra, habla de sus gustos literarios y de su interés por la cultura popular, y reflexiona sobre la importancia de la música en su escritura

Sábado 15 de setiembre de 2007 | Publicado en La Nación, Argentina.
Por Juana Libedinsky .Para LA NACION - Waikiki, 2007


Son las cuatro y media de la mañana en la célebre Waikiki Beach, pero en el mar ya hay centenares de surfers esperando las olas perfectas que trae el amanecer. En tierra, sin embargo, en todo el hotel Halekulani, uno de los más tradicionales y glamorosos que dan a la emblemática playa de Hawai, hay una sola luz prendida: la de la habitación de Haruki Murakami que, como todas las mañanas, se levantó antes del alba para ponerse a trabajar.

Murakami, uno de los escritores japoneses más importantes e internacionalmente aclamados de la actualidad, autor de best sellers como Kafka en la orilla (2002), After Dark (2004), Underground (1997), Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1994) y Tokio Blues (1987) entre otros, luego saldrá a correr y nadar ("Hawai es el paraíso para quienes somos triatlonistas", aclarará horas más tarde a LA NACION); almorzará, dormirá la siesta, escuchará jazz, traducirá clásicos contemporáneos del inglés al japonés y estará en la cama antes de las nueve.

"Escribo cosas raras, muy raras -reconoce respecto a sus historias, que mezclan realidad y fantasía, y que los críticos Occidentales han calificado de posmodernas-. Pero soy una persona muy realista. No creo en nada New Age : el horóscopo, el tarot, los sueños. Solo hago ejercicio físico, como sano, escucho música y trabajo. Sin embargo, cuanto más serio me vuelvo en la vida real, más extrañas son las cosas que escribo. Por eso uno de mis escritores favoritos es Manuel Puig, con esa imaginación tan libre. Encuentro un punto en común muy fuerte entre su literatura y la mía", comenta en un perfecto inglés, fruto de una temprana pasión por Hemingway, Scott Fitzgerald y la literatura americana en general, además de largas estadías en las universidades de Harvard y de Hawai como escritor visitante.

Parte de esa seriedad implica un total rechazo a su fama en el mundo de las letras y una total aversión a ser reconocido. "Tengo pánico a convertirme en una celebridad y tomo todas las medidas necesarias para que eso no ocurra. Nunca aparezco en la televisión, no voy a las fiestas -odio las fiestas-, no doy charlas, no tengo amigos famosos, no tengo amigos escritores, no aparezco en librerías para firmar mis libros, no uso Armani sino shorts y zapatillas siempre, y no dejo que me saquen fotos ni suelo dar entrevistas salvo casos como este. Como sé que las posibilidades de que tome elsubte en Buenos Aires son bastante escasas, no me importa volverme conocido allí. Pero lo que no quiero es que la gente me reconozca en el colectivo en Tokio o no poder ir a las tiendas de discos viejos en Estados Unidos", dice.

Por eso, extrema precauciones: una condición de la entrevista era que se desarrollara en la habitación de la cronista, a puertas cerradas de cualquier huésped. Y si bien Murakami (Kioto, 1949), que tiene un estado físico formidable y luce mucho menor que su edad, es encantador y entusiasta respecto a las fotos (acepta posar en el balcón del cuarto a pesar de su pánico a las alturas), es evidente su sensación de alivio cuando todo acaba y se pasa a una charla más íntima, sin grabador.

"Nunca entiendo por qué los medios quieren saber de mí, porque la mayor parte del tiempo no me siento nada especial -confiesa-. Puede haber cierta magia cuando escribo, pero el resto del día soy nada más que un amante del jazz como hay millones por ahí."

-¿Cómo fue su primer encuentro con el jazz?

-En un cumpleaños muy especial: mis 16, cuando mis padres me regalaron una entrada para mi primer concierto. Era 1964, y Art Blakeley y The Jazz Messengers estaban tocando en Japón. Fue un instante que cambió mi vida, porque jamás había escuchado música tan sorprendente, así que me volví un gran fanático del jazz y más adelante, un escritor al cual el jazz le enseñó todo.

-También hubo un instante que cambió su vida cuando decidió ser escritor, ¿verdad? Usted escribió su primera novela, Hear the Wind Sing (1979), a los 30 años.

-Exactamente. Estaba en un partido de baseball en Tokio, cerveza en mano, y al mirar al bateador pegarle a la pelota en una jugada clave y luego correr hasta la seguridad de la segunda base, me pasó por la cabeza la idea de que yo podía ser escritor. No se me había ocurrido antes. Con mi mujer regenteábamos un bar de jazz y como mucho había soñado con ser músico. Pero supe que podía hacerlo, solo que no tenía amigos con los cuales hablar de literatura ni nadie que me enseñase a escribir, así que tuve que basarme en lo que sabía, que para entonces era la música. Aún hoy, al sentarme frente al teclado de la computadora, pienso que estoy ante un piano y me pongo a tocar, y ya tres décadas después de haberme vuelto un escritor profesional, sigo aprendiendo mucho de la escritura de la buena música. Por ejemplo, todavía tomo la constante autorrenovación de la música de Miles Davis como modelo literario.

-¿Cómo relaciona su escritura y la composición musical?

-El ritmo es lo más importante porque es la magia, lo que invita a la audiencia a bailar y lo que yo quiero son lectores que bailen con mis palabras. No quiero que entiendan mis metáforas ni el simbolismo de la obra, quiero que se sientan como en los buenos conciertos de jazz, cuando los pies no pueden parar de moverse bajo las butacas marcando el ritmo. Luego viene la melodía, que en literatura es un ordenamiento apropiado de las palabras para que vayan a la par del ritmo y la armonía. Después llega la parte que más me gusta: la libre improvisación. Yo empiezo a escribir sin ninguna estructura, apenas con alguna imagen o una serie de personajes que me interesan. Así como los lectores, no puedo esperar a dar vuelta la página para saber qué pasa con esta gente que he creado, porque no tengo idea del argumento, simplemente dejo que la historia fluya libremente desde mi interior y me sorprendo a mí mismo. Por eso creo que la libre improvisación es simplemente llegar a la esquina sin aliento para ver qué hay al girar en ella, con un sentimiento de excitación que debería ser transferido a los lectores, lo mismo que la sensación de libertad. Esto ya es el punto final, la elevación, esa emoción que uno experimenta al completar su interpretación y sentir que ha alcanzado un lugar nuevo y significativo, que ha logrado mover a la audiencia del punto A al punto B, que la ha transformado y nunca volverá a ser la misma. Es una culminación maravillosa que no puede obtenerse de ninguna otra manera e implica que el lector o quien ha escuchado la música ya es otra persona. Cualquier libro que logra eso se ajusta a mi definición de un buen libro.

-¿Qué libros lograron que usted se sintiera otra persona luego de leerlos?

-Uff, muchos, Dostoievski, Kafka, Dickens, Scott Fitzgerald, Carver, García Márquez, Manuel Puig

-Me sorprende que Puig sea el primer escritor argentino que menciona y no Borges, sobre todo porque varios críticos lo han comparado con él.

-Borges es un gran escritor, pero nunca me sentí muy atraído por su trabajo. Por supuesto, es un honor la comparación, pero creo que la imaginación de Borges es, cómo decirlo, mucho más terrenal que la mía. En cambio, con Manuel Puig me siento muy identificado, tenemos una imaginación más posmoderna o contemporánea supongo. En los años 80 me la pasaba leyendo a Manuel Puig. La traición de Rita Hayworth la debo de haber leído infinidad de veces. Me gusta mucho la imaginación de Puig, tan libre que le permitió sobrevivir a pesar de ser una persona muy sensible y solitaria, que sufrió mucho. Encuentro un punto en común muy fuerte entre su literatura y la mía: el tema de la soledad. Como soy un hijo único, criado entre mis discos y mis gatos, pude entender su fascinación por el cine, porque se trata de un lugar muy íntimo donde uno puede establecer con los personajes de la pantalla las relaciones profundas que tanto cuesta entablar con las personas de verdad. Es uno de mis escritores favoritos y sin duda mi preferido de la literatura argentina. En cuanto a la música, por supuesto que el tango es muy popular en Japón y supongo que el sueño de cualquier músico de jazz siempre va a ser el de haber podido colaborar con Piazzolla. Pero a mí me gusta el Gato Barbieri que es a quien más escucho.

-Lo atrae mucho la cultura popular

-Sí, soy fanático de la serie Lost en televisión, hasta compré la casa en Hawai donde se filmó la primera temporada; la única otra serie que recuerde que me haya gustado tanto fue Twin Peaks , de David Lynch, hace años. Estaba tan obsesionado con el programa que no podía esperar el capítulo siguiente. Yo no soy un tipo inteligente de gustos sofisticados: me gustan las buenas historias y punto. Si una buena historia está en un libro o en la televisión, para mí es lo mismo, la admiro. Pero a las cosas intelectualosas sin una buena historia detrás no las admiro, porque no tengo gustos académicos: antes de ponerme a escribir tenía un bar de jazz donde yo preparaba los sándwiches y servía los tragos hasta la madrugada. Soy un mero trabajador, que disfruta de la cultura popular, mientras que la mayor parte de los escritores son unos esnobs que ni a mí me gustan ni yo les gusto a ellos.

-¿Se inspira en la cultura popular?

-Para mí la cultura popular, incluso la más comercial, es como una gran reserva natural de donde los escritores podemos tomar infinitos temas para establecer una comunicación directa con los lectores. Si yo tomo como título de un libro el de una canción de los Beatles, como en mi novela Norwegian Wood [en castellano, Tokio Blues ]), sé que a muchos eso les va a sonar y ya así se crea algún nexo entre nosotros. A la vez, la cultura pop es como el agua, y con algo tan simple como abrir la canilla podemos tomarla para nutrirnos. Es tan imposible escapar de ella, como del aire que respiramos. Todos comemos una hamburguesa de McDonald s, miramos la televisión o escuchamos a Michael Jackson. Es algo tan natural que ni siquiera nos paramos a pensar que todo eso es cultura. Por eso, si uno escribe sobre la vida en la ciudad -sea Buenos Aires o Tokio-, no incluir estas cosas sonaría falso. Supongamos que describo a una chica cualquiera que se despierta con una canción de Madonna y se va de compras al shopping , ¿qué tiene de especial eso? ¡Nada! Y justamente yo quiero que la gente sienta que lo que escribo no es forzado. Por eso tengo que colocar referencias a la cultura popular todo el tiempo. Y además, porque me gustan los Rolling Stones, los Doors, las películas de terror, los cuentos de detectives. No es que yo quiera escribir como quienes hacen la ficción más popular en cuanto a contenido, pero sí tomar las estructuras de la cultura popular y rellenarlas con cosas mías. El resultado es que ningún escritor me quiere, ni los que escriben novelas pasatistas ni los escritores serios. Yo estoy en un punto intermedio entre ambos, haciendo algo nuevo, pero creo que voy ganando territorio, porque los otros escritores no estarán de mi lado, pero los lectores sí.

-¿Por qué hay tantos gatos en su ficción?

-Supongo que porque soy un amante de los gatos, los perros no me interesan nada. Desde chico fue así, yo era muy solitario pero en casa había gatos que me acompañaban. Siempre fueron buenos amigos para mí y yo no los considero mis mascotas sino mis pares, incluso muchas veces mis superiores. Suelen decirme a su manera que son mejores que yo, pero a mí eso no me importa, más bien tiendo a estar de acuerdo con ellos.

-Sus escenas de sexo son mucho más fuertes de lo que tradicionalmente se encuentra en la literatura japonesa contemporánea. Incluso, para muchos, usted es el escritor que mejor retrata el sexo hoy.

-Escribo las escenas de sexo porque la actividad sexual nos ayuda a abandonar por un rato el mundo exterior y entrar en nosotros mismos. Es también una forma de comunicación y a la vez es algo festivo, que implica que hubo una historia detrás. Freud sostenía que todas las actividades humanas derivan del sexo. Mi entendimiento del tema es distinto, pero sí creo que el sexo es la puerta más común para entrar en las profundidades de la mente. Hay otras puertas, como la enfermedad mental o la creación, pero el sexo es la más fácil.

-¿Y divertida?

-Supongo que sí, en la mayor parte de los casos, pero no para quien escribe acerca de eso. Cuando empecé a escribir sobre sexo, 26 años atrás, me daba una vergüenza tremenda y me sigue costando horrores, no sé dónde meterme. Tampoco podía escribir escenas de violencia, pero practiqué y fui mejorando, supongo. Para mí, escribir de sexo o de violencia es lo mismo: es un desafío que me pongo, parte de la responsabilidad de ser escritor y retratar la vida. Me lo propongo como un ejercicio, como si tuviera que desarrollar unos músculos en particular antes de una maratón.

-Se lo califica de escritor posmoderno, ¿qué quiere decir exactamente eso?

-Supongo que tiene que ver con que no me interesan nada las historias realistas, por eso amo a García Márquez o Manuel Puig. Siento que mi trabajo como escritor es entrar en lo más oscuro de mi ser, explorar las zonas más peligrosas y raras de la mente sin ningún mapa o direcciones, para sacarlas a la superficie y ponerlas sobre papel. Ahora, si uno no puede volver a la superficie, es un infierno, entonces hay que estar bajando a las profundidades más aterradoras y volviendo a subir a cada rato para no quedar atrapado dentro de uno mismo. Hay que ser un buen corredor de distancias para hacerlo, es como meterse, una vez más, en una maratón.

-De maratón usted entiende bastante, es un corredor casi profesional. ¿Cómo se vincula su entrenamiento físico con su escritura?

-En general no pienso en nada al salir a correr, como mucho, escucho música. Muy cada tanto me aparece una idea y pienso, ¡sí! Pero básicamente correr es parte de mi rutina como escritor y escribir es parte de mi rutina como corredor. Hawai es la Meca de los triatlonistas, y participé hace poco del triatlón de Honolulu. Mientras me entrenaba, durante ocho meses, escribí mi última novela, que saldrá en breve. Me levantaba a las cuatro de la mañana, tomaba un café y salía a correr por una hora, volvía y me ponía a trabajar hasta la hora del almuerzo, luego hacía una siesta y a la tarde traducía y escuchaba música para refrescar la mente. A las nueve de la noche a más tardar ya estaba en la cama. Jamás hago vida nocturna mientras escribo. Todo el último año estuve invitado por la Universidad de Hawai y avancé mucho en mi escritura, sobre todo porque a diferencia de lo que ocurre en Tokio, aquí no suena el teléfono a cada rato. La gente viene de vacaciones a Hawai: yo vengo a correr y trabajar, dos de las cosas que más me gustan, por eso la paso tan bien.

-A partir de ese momento en que está corriendo y se le ocurre una idea, ¿cómo se va formando una novela?

-En general la idea es una situación muy pequeña. Por ejemplo, en mi última novela, After Dark , arranqué con una escena en la que una chica de 19 años está en un restaurant tomando un café y leyendo y un chico de 21 se le acerca y le pregunta si su nombre es tal, ella dice que sí, y él le dice: "Te conozco". A partir de eso, sentí que podía armar toda una novela. No sabía quién era el chico ni quién era la chica, pero con esa escena llegó la confianza de que podía hacerlo. Si uno quiere escribir un libro, esa confianza es imprescindible. Yo veo mi trabajo de escritor como un oficio de paciencia, en el que solo debo esperar a que llegue esa confianza para ponerme a escribir.

-¿Y qué pasa si no llega?

-Siempre sé que va a venir, al menos, así me ha ocurrido en los últimos 25 años. Mientras tanto, siempre tengo traducciones para hacer, cuentos cortos y ensayos para escribir. A veces hasta intuyo cuándo va a llegar la inspiración. Mi última novela la empecé en las últimas Navidades, pero el verano anterior ya sabía que la haría e incluso que iba a ser muy larga. No puedo contar más porque es un secreto hasta que salga publicada en unos meses, pero insisto en que es un secreto muy gordo...

-¿Cómo sabe si un libro suyo es bueno?

-Dependo enteramente de mi mujer. Ella no escribe nada, pero es una crítica implacable. Cuando algo no le gusta, me lo dice y lo voy cambiando, en general, tres o cuatro veces hasta que me da el OK. A veces, pero muy pocas, un manuscrito le gusta tal cual se lo entregué, y entonces se lo llevo directamente al editor. Confío plenamente en ella. Además, cuando algo le gusta mucho, ¡después cocina unas cosas fantásticas para mí!

-Su trabajo de traductor no es menor. Se dice que Raymond Carver es conocido en Japón porque usted lo tradujo. Y una flamante traducción suya del Gran Gatsby colocó la novela de Scott Fitzgerald en la lista de best sellers

-Carver es un gran escritor que también hubiera llegado a ser conocido en Japón sin mi intermediación, pero reconozco que ayudé y con placer. Me gusta mucho traducir, me limpia la mente. No podría traducir a otros escritores posmodernos como yo (por ejemplo, Don DeLillo o Thomas Pynchon), ya que su propia locura chocaría con la mía. Pero Carver, Fitzgerald o Irving, grandes realistas que requieren una lectura muy precisa, son fantásticos para pasar al japonés porque, al tener que analizarlos tan de cerca, me van enseñando sus secretos.

-Como ensayista ha escrito trabajos fundamentales para entender el Japón de hoy. Underground, el libro que hizo sobre los ataques con gas en el subte de Tokio, que mataron a casi un centenar de pasajeros, resonó mucho, en especial después del once de septiembre. ¿Cómo fue ese trabajo y qué paralelos ve entre ese atentado y lo que ocurrió en EE.UU?

-Obviamente existe un fuerte paralelo entre ambas tragedias. Uno siente que la vida en la ciudad, las rutinas, se desarrollan sobre un piso firme y de repente se comprueba que no hay forma de escaparse del mundo más aterrorizador y oscuro, que uno puede estar entrando a trabajar como todos los días y de pronto la gente empieza a morir a nuestro alrededor. Es un escenario surrealista para la mayor parte de nosotros, y en el caso de Japón, yo quería realmente tratar de entender qué había pasado. Había leído todo lo que salió publicado en los diarios, pero no me era suficiente, necesitaba hablar con los sobrevivientes cara a cara y que ellos me contasen su historia. Lo sentía como parte de mi responsabilidad de escritor. Si mi habilidad es la de poner voces sobre papel, tenía que hacer que la de ellos perdurase, así que me encontré con las 64 personas, varias horas con cada uno. Fue una experiencia muy interesante. Los que colocaron el gas sarin que mató a tantas personas en teoría deberían haber sido los personajes más interesantes para un escritor. Pertenecían a un culto, de alguna manera eran idealistas en busca de un concepto más alto de Dios y la humanidad. Pero yo quedé fascinado por la gente común, sus víctimas. Eran personas con las que yo no tengo nada que ver y de quienes no podría ser amigo, gente aburrida que se mata trabajando, que vive pequeñas vidas en los suburbios. Pero me di cuenta de que podía amarlos, si no personalmente, como una fuerza, de la misma manera como un escritor ama a sus lectores. Y entonces me di cuenta también de la necesidad de escribir buenas historias. Porque, en el fondo, los miembros del culto, los terroristas, se habían creído una historia, una historia equivocada, que los llevó a matar. Yo creo que los escritores tienen la responsabilidad de llenar el mundo de historias buenas, que sirvan para acercar gente. Esto no tiene nada que ver con que esas historias contengan sexo o violencia como ingredientes. Lo que importa es que el mensaje final sea bueno para la sociedad. Las historias son demasiado poderosas como para que lo olvidemos.


martes, 1 de julio de 2008

RECUERDA CUERPO / KONSTANTIN CAVAFIS


Regresa con frecuencia y tómame,
amada sensación: regresa y tómame.
Cuando despierte el recuerdo en mi cuerpo,
y el antiguo deseo me recorra la sangre,
cuando los labios y la piel recuerden
y sienta aquellas manos que aún me tocan,
regresa con frecuencia, y tómame en la noche
cuando los labios y la piel recuerden.

DE CIRCULO Y CENIZA / PIEDAD BONNETT


Pintura del japonés Utamaru.

Tu boca viene a mí, sólo tu boca.
Viene volando,
libélula de sangre, llamarada
que enciende ésta mi noche de ceniza.

Toda la sal del mar habita en ella,
todo el rumor del mar,
toda la espuma.

Boca para los besos dibujada,
donde duerme tu lengua tentadora.
Todo el vino del mundo está en tu boca,
todo el pecado
y la inocencia toda.

Boca que calla y cuando dice, oculta.
Capaz de toda la verdad tu boca,
de toda la verdad y la mentira.

Ríe tu boca y se despierta el día.
(Relámpagos de nieve hay en tu risa).

Como un tropel de potros me atropellan
los besos de tu boca deliciosa;
tu boca, mariposa equivocada,
tu boca ajena que se desdibuja
en mi noche de círculo y ceniza.


ESCRITORES GUERREROS

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TALLER DE POESÍA IMAGO MUNDI 2007 / LA GUERRERA Y LOS GUERREROS