No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
No me dejes dormir, no me des paz.
Entonces ganará mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
No me dejes dormir, no me des paz.
Entonces ganará mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
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