Viajero, ecologista, enamorado de la cultura amerindia
Jean-Marie Gustave Le Clézio ha visto reconocida una obra compuesta por medio centenar de obras marcadas por su gusto viajero, por su sensibilidad ecologista y por su amor por la cultura amerindia. En su literatura, preocupada por rescatar palabras olvidadas del lenguaje cotidiano para darles un nuevo influjo evocador, Le Clézio ha dejado una obra reconocida en su país con los más importantes galardones, como el Renaudot o el premio de la Academia Francesa.
Nacido el 13 de abril de 1940 en la ciudad mediterránea de Niza, al sureste francés, hijo de una madre bretona y de un médico británico afincados en la isla Mauricio, los primeros años de la vida de Le Clézio están marcados por los viajes que hizo junto a su familia. Cuando su padre fue destinado a Nigeria durante la Segunda Guerra Mundial, Le Clézio escribió en el barco que le llevaba al país africano sus dos primeras obras, "Un long voyage" y "Oradi noir". Tenía sólo siete años.
El resto de su vida estuvo también marcada por los viajes, hasta que en 1964 descubrió México, un país que le fascinó y cuya cultura le enamoró. A principios de los años 70 decide alejarse de las grandes ciudades y pasar largas temporadas en América Central y en los últimos años vive a caballo entre su Niza natal, París y la ciudad mexicana de Alburquerque.
Le Clézio desarrolló pronto una intensa labor académica que le llevó por las universidades de Bristol, Londres, Perpiñán, Bangkok, México, Boston, Austin y Alburquerque. Su consagración literaria le llegó con tan sólo 23 años, cuando recibió el prestigioso premio Renaudot por "Le procès verbal", una obra que definía su literatura existencialista, próxima a Georges Perec y Michel Butor, admirativa de Michel Foucault y Gilles Deleuze.
En sus siguientes libros denuncia los problemas que provoca la vida en las grandes ciudades y pronto comienza a escribir obras de signo ecologista, como "Terra amata" (1967), "Le livre des fuites" (1969), "La guerre" (1970) y "Les géants" (1973).
En 1980 recibe un nuevo espaldarazo al recibir el premio de la Academia Francesa por "Désert", un evocador relato del contraste entre la grandiosidad de las culturas perdidas del norte de África y la mirada de los inmigrantes indeseados en Europa.
La proximidad con el norte de África le viene de su esposa Jemia, de origen marroquí, con la que contrajo matrimonio en 1975. A partir de ese momento, Le Clézio comienza a centrar su obra en el universo amerindio, una cultura en la que profundiza a partir de la traducción de obras como "Las profecías de Chilam Balam" o "El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido".
La temática de sus obras cambia, se centra en viajes y en mundos desconocidos y comienza a tener un gran éxito de ventas. En 1994 una encuesta le señala como el mejor escritor francés vivo.
(Tomado de el periódico español: EL PAÍS). 09.10.2008
2 comentarios:
Leyéndole poeta. No sé cuán batacazo fue Le Clézio, pero ni lo mencionaron dentro de los candidatos y si lo hicieron fue entre los últimos. En fin, los suecos sabrán.
PD. Oh coincidencia con la fecha de nacimiento de este tu amigo: 13 de abril.
He entrado aquí y no he podido ni leer ni hacer nada. Qué bonita canción suena de fondo... voy ahora mismo a bajarme algo de David Gray.
Publicar un comentario