La poesía le llega a uno como el amor o la fiebre. Por no se sabe qué razones. A veces podemos leer a un poeta y todavía no nos llega. Y es que no estamos preparados para él. La poesía tiene una duración, un tiempo, un cuajar en nuestra alma que nada tienen que ver con nuestras decisiones.
H.O.
2 comentarios:
Estupenda reflexión. Diría más bien: exacta.
Es cierto lo que dices, me gusto tu blog, seguirè entrando a tu casita. Saludos cordiales.
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