Necesitas ese lugar y ese silencio
para defender tus precarios dominios.
Construyes esa torre junto a la corriente
y sabes inútil cualquier esfuerzo de evasión.
Pluma y carne contra las rocas
en una playa violenta. La espuma
cubre de blanco ese paisaje.
Necesitas disfrutar de tu destierro
en los pasatiempos del verano.
Un poco de sol, una buena bebida,
otro cuerpo en contrapeso, la falsa paz
que otorga el enemigo.
Pasará esta tormenta.
Volverá, ya lo sé.
Volverá con otra calma y otro nombre
que se parece a su vestido blanco.
1 comentario:
Hermoso poema de este ilustre caraqueño. Mis saludos. Ya pasaré de visita con mayor frecuencia.
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