El papel blanco duro espejo
sólo devuelve eso que fuiste.
El papel blanco habla con tu voz, tu propia voz,
no aquélla que te gusta,
es tu música en la vida esa que derrochaste.
Puede que no vuelvas a ganar si lo deseas,
si te clavas a esa cosa indiferente
que te lanza atrás ahí dónde empezaste.
Viajaste,
muchas lunas viste, muchos soles,
tocaste muertos y vivos,
sentiste el dolor del hombre valiente
y el gemido de la mujer,
la amargura del niño inmaduro,
cuanto has sentido se derrumba sin sustento
si a este vacío no te entregas.
Quizás ahí encuentres cuanto creíste perdido,
La flor de la juventud,
el justo naufragio de la edad.
Tu vida en cuanto diste,
éste vacío es cuanto diste
el blanco papel.
(Traducción del griego: Mharía Vázquez Benarroch)
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