
cobriza, enlutada entre retazos de tafetán
promiscua, puntiaguda, desconfiada
arcando la carne con el gesto
contra las luces tenues en todo escenario
que se traga los egos
A ratos viene a bailar en la palma de la mano
cava un designio o se amarra a una estrella fugaz
una sola vez en esta vida
acróbata silente
que por la tarde cuelga la guadaña
***************
Las llamas ahogan la noche
una pizca de aire
cabe al lado de uno
sólo eso. Nimiedad.
¿Llegará el humo a cubrirlo
Todo?
Lo sabrás luego
Poemas de ARMADURA DE PIEDRA, Caracas 2005.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario