William Ospina (Colombia). Ursúa (Alfaguara, 2005)
Luego de seis años de investigación y documentación, el conocido poeta y ensayista colombiano William Ospina (Tolima, 1954) dio a conocer su primera novela Ursúa, que cuenta la vida del conquistador español Pedro de Ursúa (1526-1561), fundador de varias ciudades (Pamplona, Tudela) y uno de los primeros en recorrer el país enfrentando y derrotando, a veces con crueldad extrema, las sublevaciones indígenas.
La vida del aguerrido y joven capitán (llegó a América con 17 años), le sirve a Ospina como pretexto para narrar, desde el punto de vista de los conquistadores, este episodio histórico.Contada por un personaje-narrador basado en el cronista Juan de Castellanos –sobre el que Ospina ha escrito Las auroras de sangre (1999)–, la novela está centrada en las vivencias de esos conquistadores: sus actos heroicos y vilezas, sus ambiciones desbordadas y continuas disputas, el descubrimiento de un continente lleno de prodigios naturales. Y también su progresivo deterioro moral y cambios súbitos de fortuna, pues hasta los más importantes y poderosos (Pizarro y Almagro, también personajes en esta ficción) podían perderlo todo en los campos de batalla o caer en desgracia y regresar encadenados a una España que se esforzaba por poner orden en sus nuevos y caóticos dominios.
Ospina despliega en las casi 500 páginas de esta novela su excelente prosa –es corrector de estilo de GGM–, con una marcada tendencia al barroquismo, especialmente en las descripciones: largas enumeraciones, rebosantes de adjetivos, epítetos y símiles. El afán descriptivo se conjuga con la imaginación y vocación poética del autor al mostrar las costumbres, los mitos y las prácticas guerreras de las “muchas naciones indias” existentes en la actual tierra colombiana. Pero hay siempre un trasfondo de objetividad y crítica racional que impide que la novela caiga en los tópicos y excesos del ya anacrónico realismo mágico. A pesar de su calidad literaria, estas recurrentes descripciones entorpecen el desarrollo de las acciones, revelando en Ospina, debutante en el género novelístico, una cierta “inexperiencia para urdir con solidez la trama y alcanzar un auténtico clima narrativo” (Mónica Montes).
La azarosa vida de Ursúa recién pasa a un primer plano en la segunda mitad del libro, cuando comienzan a narrarse sus batallas (“He tardado en llegar al momento en que Ursúa mató por primera vez”), tanto indígenas como esclavos negros. A ello hay que sumar el peso de la documentación y las “tesis” del autor, que le impiden trabajar con libertad a los personajes históricos y hacen demasiado irreales a los ficticios, como los nativos Oramín y Z’Bali.Ursúa es el primero de los tres libros en los que Ospina narrará la vida de este conquistador.
Los otros dos son El país de la canela y La serpiente sin ojos, y versarán sobre la participación de Ursúa en las expediciones amazónicas en busca de El Dorado: primero al lado de Orellana y después con el mítico Lope de Aguirre, a manos de quien murió. Más cerca de los grandes poemas épicos que de la novela moderna, esta trilogía está llamada a ser el gran cantar de una gesta que dejó en nuestro continente heridas que hasta ahora permanecen abiertas.
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