IN MEMORIAM / MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN

Tuve la suerte y el honor de compartir su mesa, de comer sus recetas preparadas con esmero por sus manos de gallego catalán, de ir al mercat de la Boquería cada jueves en la mañana, para ver las delicias de la tierra y del mar, que solían ofrecernos sus marchantas de toda la vida.
Nos conocimos en 1985, cuando absolutamente desconocido en Venezuela, vino de gira para promocionar un libro de su detective gallego, y yo le entrevisté en el Hotel Tamanaco, sorprendiéndolo al citarle de memoria poemas suyos de la Antología de 9 Novísimos.
Nos unía el amor por la novela negra, la pasión por la gastronomía y ese orgasmo gozoso que era y es Barcelona. Nunca me llamó Mharía, le molestaba la H, para él siempre fuí reina, de esa forma tan particular que tienen los catalanes de enaltecerte dándote alcurnia de reyes.
Estuve allí, en Barcelona, para ofrecerle mi amistad los últimos tres años, que no sabíamos iban a ser los últimos...también estuve allí para despedir su cuerpo.
Su recuerdo siempre vivo, aixo mateix, se agranda en días como éstos, donde las recetas que me enseñó adornan la mesa de los que amo. Aquí comparto una de ellas, una de sus grandes favoritas:

CAMEMBERT REBOZADO CON CONFITURA DE TOMATE

1 pieza de camembert (de los camemberts en porciones) por persona; huevo batido; harina blanca; harina de galleta; aceite; mermelada de tomate o de moras o de frambuesa o de fresa o de manzana.
Se enharina cada porción de camembert y se pasa por huevo batido.Vuelve a enharinarse, esta vez con harina de galleta, y se fríen en aceite abundante y muy caliente, meter y sacar.Se desgrasan sobre un papel de barba y se sirven tibios en compañía de cualquiera de las mermeladas citadas, preferible la de tomate.